COMO TINTA INDELEBLE 07/11
Imagina en los miles de años que han sido necesarios para que tu y yo nos encontráramos en este plano. Maravilloso, ¿no? Ahora, piensa en todos los años que han pasado desde que tu y yo nos vimos por primera vez: “Y heme aquí”. Mejor aún, ¿no? Contigo siempre he sentido que eres como mi casa detenida en el tiempo. No importa cuanto recorra, cuanto conozca, cuanto vuele, viva o experimente, siempre hay un deseo interno de volver; como si el tiempo no fuese contabilizado y escucho tu tan fresca risa endulzando mis sentidos, como si formaras parte de mí, sin estar aquí. A veces siento que solo te conozco tras el velo de mi fantasía. Cierro mis ojos intentando recrear algunos momentos y los siento tan vivos, como no. Veo la dulzura de tus ojos viéndome sonreír por el deleite de tenerte tan cerca. Me veo sumergida en la misma arena que miles de millones de años permitieron que el viento, la lluvia y tantos otros fenómenos golpearan la roca que hoy deja que tus pies descalzos descansen en